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Llega un momento en el que tienes que plantearte qué hacer con esa vivienda que está que se cae. Y tienes dos opciones, rehabilitar o demoler.

Ante una casa antigua, surge la duda, ¿rehabilitar o demoler?

Pero si pensamos en el desarrollo sostenible, tal y como están las cosas hoy en día, la mejor opción sería la rehabilitación o la reforma de las partes que necesitan mejorar o un cambio radical.

El hecho de demoler no se plantea como una buena opción, ya que es un proceso bastante más caro, además de su carácter sentimental o como patrimonio histórico. Aprovecha lo que ya está hecho y mejóralo, siguiendo la regla de las tres R: Reducir, Reciclar y Reutilizar.

El hecho de que llevemos a cabo una rehabilitación, que va a ser un proceso más rápido y menos sucio, te va a permitir mantener elementos que te gustaría conservar de la antigua estructura, dándole un toque personal y pudiendo evocar recuerdos, de lo que antaño fue esa vivienda.

Aunque siempre será necesario la aprobación de un técnico que permita esa rehabilitación, ya que, si el edificio no cumple los requisitos mínimos para llevarlo a cabo, no quedará más remedio que echar abajo la estructura y comenzar de cero.

A la hora de plantearnos una reestructuración y rehabilitación de la vivienda, debemos realizarlo por partes, por ejemplo, ¿la fachada debe restaurarse o rehacerla?, ¿la cimentación es válida? ¿Habrá que modificar también los sistemas eléctricos, agua y calefacción? De ahí que hay multitud de factores y elementos que revisar antes de tomar la decisión final.
Por eso debemos tener muy claro qué partes o elementos vamos a mantener del antiguo edifico o casa y por eso hemos establecido una serie de clave a la hora de decidir cómo afrontar la reforma de la vivienda

El valor no económico

Cuando nos referimos al valor no económico del edificio, nos estamos refiriendo a que puede tener un valor histórico, cultural o artístico.

Por eso plantearse este valor es fundamental, ya que no es lo mismo tener que rehabilitar una casa antigua, donde los materiales son de mala calidad, que está viejo y semiderruido, con una antigua casa, con una serie de calidades y ornamentaciones, tanto en su fachada como en su interior, que realmente merece la pena preservar.

Además, también depende del lugar donde se encuentre, ya que hoy en día aún existen antiguas casas en zonas céntricas de algunas ciudades o pueblos, que están deshabitadas y en penoso estado de conservación, a las que un lavado de cara de la fachada y una reforma interna, pueden darle una nueva vida o un nuevo uso.

En muchas ocasiones, este tipo de construcciones suelen ser utilizadas, no solo por particulares, sino también por empresas o por el propio ayuntamiento de la ciudad en cuestión, para darles un uso público.

El valor económico

cambiar-tejado-cofersa-blogUn aspecto que hay tener muy en cuenta, ya que se cuenta con un presupuesto, que por norma general es limitado, por lo que se debe valorar qué opción acaba siendo la más rentable, si rehabilitar o demoler.

En el caso de que el presupuesto no sea un problema, la elección es a capricho del contratante, y depende del uso, el gusto o el cariño que le tenga a la propiedad.

El estado de conservación o de los materiales existentes, van a condicionar el coste a asumir en el caso de la rehabilitación, ya que no es lo mismo tener que rehacer el forjado que existe, que siempre va a ser menos costoso que tener que rehacerlo de nuevo.

También habrá que tener en cuenta cuál será el uso que se le dará una vez que esté terminado. Es decir, si pretende venderse para sacar un mayor rendimiento económico a la propiedad, o el propietario quiere hacer un uso personal, por lo que quizás el coste tienda a ser algo más elevado para poder disfrutar de él. Pero eso como decimos, depende de lo que quiera invertir cada uno.

Aspectos técnicos

Aquí es cuando un informe de un especialista nos indicará el estado del inmueble y el estudio del terreno, para saber si con una rehabilitación sería suficiente, o si los cimientos son los suficientemente firmes como para poder seguir manteniendo la estructura.reforma-cofersa-blog

Si los cimientos estuvieran tocados o no fueran lo suficientemente fuertes para la reforma que se pretende hacer, lógicamente el técnico lo desaconsejaría, teniendo que optar por la opción del derribo y nueva construcción.

Revitaliza la zona

Dependiendo de la situación geográfica donde se encuentre ubicada la vivienda, se puede valorar el impacto que puede llegar a tener la rehabilitación o nueva construcción.

Por ejemplo, en un pueblo pequeño, que quizás mantenga un estilo en la forma en la que sus casas están hechas, dándole un toque característico a la zona, siempre se intentará mantener ese tipo de decoración, además de permitir atraer sangre nueva y nuevos reclamos para revitalizar la zona.

Es decir, ese realiza una preservación del patrimonio, manteniendo así la ciudad o pueblo vivo.

El gusto del dueño

Aquí entra las opciones y gustos que tendrán el dueño de la casa o edificio, aunque siempre se intenta hacer ver cómo una rehabilitación acaba siendo la mejor opción, si técnicamente se puede, claro.

Al rehabilitar, lo que estamos haciendo en reciclar la vivienda, con nuevos materiales, más económicos, y pudiendo destinar parte del presupuesto a otras partes de la rehabilitación.

De este modo, dotaremos a una antigua vivienda de todos los elementos, tanto de lujo, como cotidianos, que podemos encontrar en nuevas construcciones, como puede ser la eficiencia energética, tan solicitada hoy en día.

Por eso, cuando tengas la necesidad de tomar esta decisión, no tomes a la ligera la opción de la rehabilitación, y contacta con profesionales que puedan ayudarte en la mejor elección dependiendo de cuáles sean tus necesidades.

Y para eso puedes confiar en Cofersa, expertos tanto en rehabilitaciones y reformas, como en construcción de obrar nueva.